José Antonio Canales denuncia que está siendo extorsionado: “Me piden 3000€”

Después de la supuesta infidelidad a su novia con Cynthia Martínez, José Antonio Canales se ha llevado un nuevo disgusto al ser extorsionado por unos piratas informáticos que le han hackeado su cuenta de Instagram y le están amenazando con publicar contenido sensible.

El torero se enteró de que le habían robado su cuenta de Instagram al leer un mensaje de Whatsapp que recibió el pasado jueves de madrugada en el que decía que su cuenta había sido robada y que si quería recuperarla tenía que pagar nada más y nada menos que 3.000 euros. Además, si José Antonio Canales no le da esa cantidad de dinero, el hacker le ha amenazado con publicar contenido sensible en su cuenta.

El colaborador de ‘Sálvame’ no ha dudado en ningún momento en denunciar todo a las autoridades: “No tengo miedo, yo tengo la costumbre de borrarlo todo”, ha asegurado el torero en su programa.

A la presunta infidelidad y al robo de su cuenta de Instagram se suma otro nuevo sobresalto, pues su tío Riverita se encuentra en un estado muy grave de salud. Esta difícil situación ha hecho que José Antonio Canales pase más tiempo con su familia y se apoye en ella para poder superar todo lo que le está ocurriendo.

José Antonio Canales Rivera está siendo extorsionado: le piden 3.000 euros para recuperar su cuenta de Instagram https://t.co/WwEH4cqPYJ

— Sálvame Oficial (@salvameoficial) January 7, 2021

En cuanto al hackeo que ha sufrido el pasado jueves, ha confirmado que confía en las autoridades y cree que recuperará su perfil en poco tiempo. Sin embargo, teme a que se publique sin su consentimiento algún contenido desagradable o alguna imagen o vídeo que no tenga nada que ver con los posts que él publica, “siempre he cuidado mi Instagram con una imagen blanca y profesional”, ha señalado.

José Antonio Canales ha querido adelantarse y pedir perdón por si aparece algún contenido en su perfil que no le representara o que pudiera hacer daño a alguien de su entorno, pero está convencido de que esta “situación surrealista” acabará quedándose en una simple anécdota.